Sociedad Bubi y organización (III): Organización Económica

La economía del Bubi, como todo Pueblo ancestral, era de subsistencia y no de explotación del hombre por el hombre. Dentro de esta subsistencia primaba la solidaridad, porque todo cuanto podía recolectar el hombre bubi era compartido por su comunidad reducida o amplia.

La evolución del Bubi le hizo dominar la tierra y el mar. No solamente era un hombre pescador, tanto de bajura como de altura. Los cronistas europeos narraron las proezas de aquellos Bubis que se adentraban en el mar para luchar contra ballenas (tyotyo) y tiburones (koppa).

A parte de tener pescadores que formaban aldeas dedicadas a este quehacer, el Bubi practicó la caza y se hizo también buen conocedor de la palmera, un árbol que le procuraba muchos beneficios: fibras para preparar cestas, savia que se sigue tomando como bebida alcohólica, aros para trepar a dicha palmera, etc.

Pero lo más destacado de todo esto fue la fabricación de cuencos o cerámicas con barro cocido, la fabricación de campanas de madera o bilëbó con las que acompañar el baile del bölëbó, y la fabricación de las sartas de tyíbö, hechas con conchas y que han durado hasta nuestros días.

Con la convivencia imperativa y conflictiva del Bubi con otros Pueblos, apareció el cultivo del ñame, un tubérculo que era comprado por los Ingleses masivamente en el segundo cuarto del siglo XIX, según nos relata el misionero inglés John Clarke, y el cultivo del cacao, producto que fue introducido en la Isla de los Bubis por los colonizadores portugueses (vía Santo Tomé y Príncipe), y cuyo cultivo redundaría en beneficio de los colonizadores españoles.

El poder adquisitivo del Bubi le llegó con el cultivo masivo del cacao desde el último cuarto del siglo XIX. Esto le permitió pasar de la vivienda tradicional hecho a base de empalizados y nipas, a la vivienda de madera o cemento (material permanente).