Los Reyes Bubis

Ö RIHÁTTÁ O LA CASA REAL DE LOS REYES BUBIS

BREVE HISTORIA DEL REY BUBI ËSÁASI EWEERA

Elò elò mala.

Elò elò elò mala.

Elò elò elò elò mala…

Máátyila míkë míkë

Da bòná, da biidè, da bidèoola.

A bidèoola bèm, bá tó’óri

Ëo é’a hétyídé ö mobambá muá bahítáari na barímò.

Ëlòo dè’a hótèerá lá’úńdú lá’úńdu,

A maté má kiéraasi má nyáama á rí bòtyòo

Á bá béá’ë rihú rábò.

Ö mooba bín,

Ö muaáto mué’è siri,

Ë mësotyi në mëlömalöma më bètásé mbulá

Ëtómbátómbá böla nö tökólá…….[1]

Ësáasi Eweera era Rey de Moka (actual Riabba) y de toda la Isla de los Bubis. Vivía en el desaparecido poblado de Maiye. Ësáasi Eweera (Sás-Ebuera) sucedió a Möókáta (Moka) en el trono, impidiendo así que reinara el sucesor inmediato Malabo Löpèlo Mëlaka, siendo este último recibido y tratado con ternura por Ësáasi Eweera.

Malabo Löpèlo Mëlaka era secretario de Ësáasi Eweera, sucediendo a éste tras su muerte y al término de los ritos funerarios determinados por los más viejos conocedores de las tradiciones bubis.

En su juventud, y siendo todavía lugarteniente y jefe militar del ejército (löhúa) del Rey Möókáta, Ësáasi Eweera bajó a Riabba porque sus emisarios y guardias le dijeron que habían divisado un barco en dicha bahía.

Ësáasi Eweera era entonces un mozo fuerte, valiente y decidido, ante quien no cabían debilidades humanas. Su intransigencia le convirtió en un hombre temido por aquellos que le conocieron. Para él lo único que importaba era todo lo relacionado con los Bubis, ya fuesen balókètó (los del Sur, para entendernos) o batösimba (los del Norte, los que llevaban trenzas).

Ësássi Eweera llegó con sus combatientes a la bahía de Riabba y se escondieron todos en el bosque a la orilla del mar. Unos quince tripulantes del barco de los grandes telares bajaron hasta las arenas de la orilla para buscar víveres y agua. Lo que más había eran cocos, mangos, animales sueltos y abundante agua dulce.

Los marineros, todos blancos, empezaron a avituallarse y en ese momento Ësáasi Eweera pensó que se trataba de los blancos que capturaban a los Bubis para llevarles atados como cabras al barco. Ësáasi Eweera, sin pensarlo dos veces, emitió el estridente grito de guerra de ¡óóóriílöaaaaaa!, al tiempo que sus guerreros, entre quienes se encontraban Vilobbè y Öribi, respondían ¡mëtyika háta’e! (que vuelen las lanzas). Entonces, los quince blancos de la tripulación fueron rodeados, atacados y tumbados sin darles tiempo a reaccionar. Fueron atados y colocados boca arriba sobre la arena blanca de la playa de Riabba. Sus cuellos fueron cortados y sus cabezas colocadas delante de los pies de cada degollado. Y Ësáasi Eweera, obligando a sus hombres bajo juramento de sangre a no contar nada de lo sucedido, regresó a las tierras altas donde residía el anciano Rey Möókáta.

Los demás tripulantes blancos del barco anclado, viendo que sus compañeros tardaban en regresar, cogieron unos botes y, armados, se dirigieron a la orilla. Al llegar y ver dicha imagen, no pudieron contener su ira. Pero no había nadie con quién luchar. Sólo les quedó enterrar a sus compañeros y partir.

Durante el reinado del Rey Ësáasi Eweera los poblados bubis, por influencias extranjeras, vivieron momentos de gran incomprensión. Ante esto el nuevo Rey reaccionó y dirigió su furia hacia los pobladores venidos de allende los mares, todo ello para evitar la proliferación de los jefes de poblado que no aceptaban la autoridad militar y religiosa del Rey de las altas tierras, el Rey de los Bubis.

Esta incomprensión había sido fomentada directamente por los colonizadores, quienes aprovechaban esta confusión para adueñarse de  las tierras cultivables de la Isla de los Bubis, tierras que producían grandes ñames, malangas, aceite de palma, cocos, etc., que eran comercializados con los mercaderes venidos de las costas africanas de Calabar, Ashanti, etc.

El joven Ësáasi Eweera se valió de grupos de guerreros dirigidos por sus fieles colaboradores para crear un Pueblo Bubi fuerte y unido. Estos colaboradores, en su lucha contra el intruso colonizador y todo aquello que suponía desestabilizar política, religiosa, cultural y socioeconómicamente al Pueblo Bubi, se enfrentaban a sus propios hermanos Bubis conversos.

En este sentido, uno de los guerreros afines al Rey Ësáasi Eweera era el temible Vilobbè, hombre despiadado e inclemente tanto ante los colonizadores como ante los Bubis que se atrevían a abrazar las costumbres de los hombres blancos. Decían estos últimos que el temible Vilobbè se aprovechaba de la gente porque estaba bien respaldado por su condición de miembro de la familia real.

Vilobbè iba por los poblados vecinos y no vecinos, acompañado siempre por un gran séquito. Éste tenía como misión no solamente la de intimidar a la población reacia a cumplir las órdenes que dictaban las autoridades de las tierras altas, sino de requisar y apropiarse de los bienes de los coterráneos que mostraran cierta simpatía hacia el blanco capturador de los Bubis que eran atados como cabras. Entre estos bienes citaremos las gallinas, las cabras, los ñames, el aceite de palma y todo lo que encontraban a su paso, y que fuese propiedad de los habitantes de los poblados, todo ello para el obligado reconocimiento de la única autoridad civil y militar del Rey Ësáasi Eweera.

Un día, Vilobbè llegó al desaparecido poblado de Ködáari. Se dirigió con su séquito a la casa de Roòbi, su compañero de armas, con la intención de quitarle sus propiedades ya que había manifestado cierta simpatía hacia los hombres blancos, y por haberse ido de la lengua, rompiendo así el sacro juramento. Roòbi no estaba conforme, por lo que tuvo que enfrentarse a las huestes de Vilobbè.

Ante esta situación, Vilobbè disparó un tiro al aire con su escopeta, con la intención de asustar a Roòbi. Sin embargo para éste la acción de Vilobbè no le intimidó sino más bien sirvió para enfurecerle más y reaccionar. Ante esto, Roòbi también disparó un tiro al aire, y bajó corriendo al poblado de Öolövë, donde vivían los misioneros católicos, acusando a Vilobbè de intento de asesinato en su propia casa.

Ante esta acusación, los misioneros reaccionaron dando conocimiento de ello a las autoridades coloniales españolas. Éstas llevaban tiempo queriendo apresar al rey de los Bubis por lo que hizo en las arenas blancas de la playa de Riabba (Concepción). Las autoridades militares coloniales españolas no dudaron en mandar un batallón de ciento veinte guardias coloniales para capturar a Vilobbè y a su jefe directo, el rey Ësáasi Eweera.

Cuando llegaron los ciento veinte guardias coloniales al poblado de Ködáari, les dijeron que Vilobbè había subido a Moka, donde vivía con su rey. Pero debido a unas fuertes lluvias, los ciento veinte guardias coloniales tuvieron que aplazar la captura para el día siguiente.

La noticia llegó a oídos del rey Ësáasi Eweera y éste preparó a su ejército para enfrentarse a los guardias coloniales capitaneados por el sargento Silo, un negro oriundo del oeste africano y convertido al catolicismo. La lucha fue sangrienta. La masacre de los Bubis fue terrible, ya que mientras éstos luchaban con lanzas, flechas y piedras, los guardias coloniales disparaban con sus mosquetones. Desesperado, el rey luchó y luchó. Al final fue rodeado con el resto de sus hombres, atado con ellos sin distinción y llevados presos.

Y así condujeron al debilitado y joven rey Ësáasi Eweera, triste y desesperado por no haber podido defenderse hasta la muerte; y a su hombre fuerte, el temible Vilobbè, desde el actual asentamiento de Moka-Bioko hasta Santa Isabel (actual Malabo), pasando por Riabba por vía marítima.

A la vista de lo que ocurría, el rey Bioko habló con Malabo Löpèlo Mëlaka, que era secretario del rey Ësáasi Eweera, con el fin de unir sus fuerzas y luchar contra los guardias coloniales en defensa de sus hermanos Bubis. Pero Malabo manifestó su disconformidad, y bajo juramento de escopeta y agua, se negó a prestar al rey Bioko la ayuda que éste necesitaba para defender a sus hermanos Ësáasi Eweera y Vilobbè.

Así pudieron ver cumplidos sus sueños los explotadores coloniales de ver capturado a su verdugo y rey Ësáasi Eweera, detenido y llevado a Riabba por las autoridades coloniales, desde donde con lancha y por vía marítima y bien atado, fue conducido hasta las mazmorras construidas al efecto, en compañía del resto de sus hombres y de sus esposas, las cuáles fueron maltratadas y violadas bárbaramente por los guardias coloniales y en presencia de su común esposo y rey Ësáasi Eweera.

Desde que fue capturado y humillado, el rey Ësáasi Eweera se declaró en huelga de hambre, negándose a probar bocado. Tras sufrir maltratos de todas las clases por parte de los militares en la cárcel de Blaebich y ante sus esposas, el rey Ësáasi Eweera, enfermo, hambriento y debilitado, fue llevado al hospital de Santa Isabel, donde murió en presencia de todas sus esposas.

Por orden de las autoridades coloniales, el rey Ësáasi Eweera fue enterrado por los presos de Blaebich en el antiguo cementerio municipal de Santa Isabel que en aquel momento estaba ubicado en el lugar donde ahora se encuentran los locales del Radio Televisión Guinea Ecuatorial, delante del antiguo colegio nacional Generalísimo Franco, a escasos metros del río Cónsul o Watafol.

Para los colonizadores, el rey Ësáasi Eweera murió recibiendo el sacramento del bautismo. Fue bautizado con el nombre de Pablo Sas-Ebuera. Para los Bubis, el rey Ësáasi Eweera fue asesinado por los colonizadores y su cuerpo fue trasladado a las tierras altas del actual asentamiento de Moka-Bioko, donde se le dio sepultura en posición sentado, tal como rezan las tradicionales costumbres cuando se entierra a un rey.

Las esposas de Ësáasi Eweera fueron enviadas por lancha a Riabba, desde donde regresaron a pie a Moka, dando fe de la triste noticia. Esto sucedió a principios del siglo veinte, concretamente en 1904.

Nota: esta historia nos fue transmitida por Don Buenaventura Mobajale Dyevóla Lele.

[1] Versos compuestos por Justo Bolekia Boleká, con la colaboración de D. Mario Mulé Ribala. En Justo Bolekia Boleká (Poesía en lengua bubi. Antología y estudio. Madrid: Sial Ediciones, 2007).

Personalidades Reales Bubis

Desde que los Españoles tomaron posesión en 1778 como nuevos ocupantes de la Isla Formosa (más tarde bautizada como Fernando Poo en honor a su descubridor), e iniciaron sus contactos con los Bubis en el último cuarto del siglo XVIII, hasta la llegada del primer gobernador español en 1858, pasando por el período de ocupación inglesa (1825-1832), han sido cinco los Reyes Bubis:

  1. MÖLAMBO, cuya memoria se pierde con los momentos oscuros de nuestra historia, pero que probablemente viviera de cerca el largo período de la fuerte esclavitud o trata negrera en la zona, situación que obligó a los Bubis a alejarse de las costas y trasladarse al interior de su isla. La fecha probable del reinado de Mölambo (a veces escrito Bulampu por desconocimiento) podría situarse entre 1700 y 1760.
  2. Después llegaría el reinado de LÖRIÍTE, (también escrito Lorite por desconocimiento). El período de reinado de este Bötúku Böóte puede situarse entre 1760 y 1810, según testimonios orales cotejados con fechas históricas. Es una etapa que coincide con el abandono español de la isla de Fernando Poo (Bioko) debido a las fiebres que diezmaban a la población. La autoridad del monarca, al tener en cuenta la efectiva implicación tanto del Consejo de Ancianos como del Abba Möóte (o sumo sacerdote en la religión bubi) garantizaba la autonomía y la descentralización de los pueblos. Cada uno de los Batúkku (Jefes de Poblado) representaba el sistema de Aldea o Poblado-Nación, incluso Familia-Nación.
  3. Después tenemos el reinado de LÖPÓA, natural del desaparecido poblado de Basëppa. Éste reinó hasta los primeros años de la década de los cuarenta del siglo diecinueve (1810-1842), cuando los ingleses se asentaron en la Isla de Fernando Po con el pretexto de fundar la segunda sede del Tribunal que debía luchar contra la trata de esclavos. De ello nos da testimonio el misionero inglés John Clarke, quien recorrió la Isla de Fernando Poo describiendo todo cuanto veía. Löpóa es (junto a Löriíte y Mölambo[1]), probablemente, el último Rey de la dinastía Bamöumá, nombre que hace referencia a la fortaleza de la ceiba.
  4. MÖADYABITÁ era natural del poblado de Viejo Batete. Reinó durante más de una década (1843-1854). Su nombre indica a alguien que pone fin a la guerra. Con él se produjo una masiva presencia de españoles en la entonces Isla de Fernando Poo, actual Isla de Bioko. Con este Rey se inicia la dinastía de los Bahítáari (o Bahátáari, de Riháttá: lugar de acuerdos y concordia[2]). Su oposición a tal presencia masiva incrementó los enfrentamientos entre los Bubis y los españoles.
  5. El Rey SËPAÓKÓ era natural del poblado de Nuevo Batete (actual Rebola), y miembro de la misma dinastía. Reinó durante más de una década (1854-1874), oponiéndose como el anterior a la presencia masiva de los colonizadores españoles, sobre todo por la violación de los espacios sagrados, el secuestro de los niños y las niñas que eran retenidas en las misiones para su forzosa aculturación desde una enculturación exógena, etc.
  6. El Reinado de MÖÓKÁTA (abreviado Moka) coincidió con la aceptación y presencia regular de los colonizadores españoles, así como con la expulsión de los misioneros jesuitas de la Isla de Fernando Poo (Bioko). Este Rey nació en el desaparecido poblado de Ribëttí (en la zona de Ömbóri). Con él hubo una mayor apropiación de las tierras bubis, la captura de Bubis para el cultivo del cacao, la construcción de escuelas regentadas por los misioneros claretianos (habían sustituido a los jesuitas expulsados, caídos en desgracia en España), la construcción de muchas misiones, con el consiguiente traslado forzoso del hábitat de los Bubis a las zonas de las misiones, etc., pero todo ello con la oposición del lugarteniente del Rey Möókáta (Moka), el rebelde y bautizado post-mortem Pablo Sas-Ebuera, quien hizo todo cuanto estuvo en sus manos para evitar que este viejo monarca aceptara a los colonizadores españoles. El Rey Möókáta (Moka) reinó desde 1875 hasta 1899. Möókáta dejó dos hijos: MALABO Löpèlo Mëlaka y BIOKO (bautizado con el nombre de Adolfo antes de morir). El primero debía sucederle en el trono, pero el lugarteniente y bautizado post-mortem Pablo Sas-Ebuera o ËSÁASI EWEERA se autoproclamó Rey con un golpe de palacio.
  7. El Rey ËSÁASI EWEERA fue coronado en octubre de 1899 en Riaba (actual Moka). Su rechazo al hombre blanco y colonizador le acarreó graves problemas con el poder colonial. Llegó incluso a crear milicias para castigar a todos aquellos Bubis que osaran manifestar algún tipo de inclinación o aprecio hacia el colonizador. Durante su reinado hubo graves enfrentamientos entre sus milicias y las tropas coloniales. Fue capturado por las fuerzas coloniales encabezadas por el sargento krió de nombre Sila, y encerrado en las mazmorras que todavía pueden verse en el camino que lleva al puerto viejo de la exciudad de Santa Isabel. Su negativa a aceptar la autoridad del gobernador colonial le obligó a mantenerse en huelga de hambre, muriendo el 3 de julio de 1904 en Santa Isabel (actual ciudad de Malabo) a consecuencia del maltrato que le infligieron las fuerzas coloniales. Dicen que fue enterrado en el antiguo cementerio que hubo donde está actualmente la emisora de la Radio Nacional de Guinea Ecuatorial, entre el río Cónsul y la Escuela Superior.
  8. Sucedió al malogrado Sas-Ebuera el Rey MALABO[3] Löpèlo Mëlaka, que había nacido en 1837. Fue coronado en 1904, y reinó simbólicamente desde ese mismo año hasta 1937, año de su muerte el 19 de abril. Su reinado coincidió con la total pacificación de los Bubis (entendiendo por pacificación la descontrolada violencia que las fuerzas coloniales españolas practicaban contra todos los sectores de la población). El último enfrentamiento de los Bubis contra los colonizadores españoles tuvo lugar en 1910 en la región de San Carlos (o Wásibé), siendo su promotor el Bötúku Lubá. En dicho enfrentamiento morirían unos quince mil Bubis. Inmediatamente después de dicho enfrentamiento, las fuerzas coloniales presionaron al Rey Malabo para que influyera en los Virreyes y evitara nuevos enfrentamientos. A dicho encuentro asistieron aquellos Jefes de Poblado que eran considerados más rebeldes por los colonizadores, como Riokaló Bönéí, etc. El segundo hijo del rey Möókáta, el príncipe Adolfo BIOKO, permaneció en su condición de hermano del Rey Malabo, aunque su nombre sería utilizado por las dictaduras nguemista[4] para el cambio del nombre de la Isla de Fernando Poo, que había pasado a llamarse Macías Nguema Bidyogo (entre 1973 y 1979), a Bioko. Con la muerte de MALABO Löpèlo Mëlaka desapareció del escenario político bubi la figura del Rey. Esta decapitación provocó el debilitamiento acelerado de la población, que vio mermada su autoestima al desprenderle de su símbolo nacional. Sin embargo, a pesar de esta ausencia, la figura del Rey no desapareció en aquellos círculos tradicionales encargados de velar por la integridad moral.
  9. A Malabo le sucederá Á LÖBARI, quien reinaría entre 1937 y 1943. La Guerra Civil Española, así como la fuerte aculturación a la que se había sometido al Pueblo Bubi, eclipsaron la figura de este Rey, cuya presencia en la mente colectiva de la población fue debilitándose a medida que transcurría el tiempo. En el año 1943, el Gobernador General de Fernando Poo y Río Muni D. Mariano ALONSO ALONSO presionó a los Bubis para que le nombrasen Rey consorte y así convertirse en el monarca absoluto de estos autóctonos. Pero su plan no prosperó debido a la fuerte oposición de los Bubis, quienes llegaron a fundar la organización HIJAS DE BISILA. Dicho gobernador fue cesado.
  10. Sucedió a Á Löbari el Rey ÒRÍITYÉ (escrito Orichi por los españoles). El significado de Òríityé es “gobernador de los países”. Éste reinó entre 1943 y 1952, en pleno auge económico de la Isla de Fernando Poo (por la producción del cacao y otros productos que hacían falta en la metrópoli española para el mantenimiento de la población que había sufrido la cruenta Guerra Civil). Como el anterior, Òríityé reinó de forma simbólica, y las jóvenes generaciones no tuvieron conocimiento de su presencia en la sociedad bubi.
  11. Sucedió a Òríityé el hijo del Rey Malabo Löpèlo Mëlaka, de nombre Francisco MALABO BËÖSÁ, un rey que nunca llegaría a gobernar, como la mayoría, y convirtiéndose en una figura desconocida por la mayoría de los Bubis. Nació en 1896 cuando todavía era rey su abuelo Möókáta. Murió el jueves 15 de noviembre de 2001 en Moka a la edad de ciento cinco años. A pesar de no haber sido reconocido oficialmente como Rey de los Bubis ni por los colonizadores ni por el poder obianguemista[5], era sin embargo considerado como el padre espiritual de todos los Bubis. Una de sus múltiples funciones hasta su muerte era garantizar la armonía de los espíritus o dioses y velar por la pureza de los ritos tradicionales de este Pueblo Bubi ancestral. Este rey tuvo nueve hijos, sesenta y dos nietos, ochenta y cuatro biznietos y diecisiete tataranietos.
  12. Al morir Grampá Paco (sobrenombre con el que los niños, jóvenes y menos jóvenes conocían al rey Malabo II[6]), le sucedió Luis ORICHI CHENLAMA, un rey muy poderoso que reinó desde el 16 de noviembre de 2001 hasta el 4 de abril de 2009. Como sus inmediatos predecesores, el Rey Orichi tampoco era conocido por la sociedad bubi. Tuvo hijos, uno de los cuales es ingeniero electrónico en Estados Unidos.
  13. Actualmente ocupa el trono de la Casa Real Bubi Remigio MALABO SILOCHI, hijo de Francisco Malabo Bëösá. Empezó su reinado El 5 de abril de 2009. Tiene un grupo musical y es el compositor y cantautor del mismo. Su nombre artístico es “Dalians”.

Este es un resumen de la historia de los Reyes Bubis. El último en reinar fue el temido Ësáasi Eweera, porque los posteriores a él no han tenido esa oportunidad. Recordemos que el Rey Ësáasi Eweera reinó desde 1899 hasta 1904 año de su provocada muerte por las autoridades coloniales de la entonces isla de Fernando Poo.

Un pueblo sin sus gobernantes legítimos es un pueblo condenado a vivir desorientado en el ejercicio de su poder. Eso es lo que le ha sucedido al Pueblo Bubi.

Resumen

DINASTÍA BAMÖUMÁ
  1. Mölambo (1700-1760)
  2. Loríité (1760-1810)
  3. Löpóa (1810-1842?)

DINASTÍA BAHÍTÁARI (La Casa Real o Ö Riháttá)

  1. Möadyabitá (1842-1860)
  2. Sëpaókó (1860-1874 o 1875)
  3. Möókáta [Moka] (1875-1899)
  4. Esáasi Eweera [Sás-Ebuera] (1899-1904)
  5. Malabo Löpèlo Mëlaka [Malabo] (1904-1937)
  6. Á Löbari (1937-1943)
  7. Òríityé [Orityi] (1943-1952)
  8. Francisco Malabo Bëösá (1952-2001)
  9. Luis Orichi (2001-2009)
  10. Remigio Malabo (2009- —–)

[1] Mólambo (singular de Malambo, que daría Malabo).

[2] Para los integrantes de esta dinastía, el poder se decidía en la Casa Real o Ö Riháttá).

[3] Malabo I.

[4] Francisco Macías Nguema (1968-1979) y Teodoro Obiang Nguema (1979-2016).

[5] Teodoro Obiang Nguema, presidente de Guinea Ecuatorial desde 1979 hasta 2016.

[6] Francisco Malabo Bëösá.Príncipe Adolfo BiokoMalabo en 1930Malabo en 1937